Fármacos y exposición al sol: cuáles evitar en verano para proteger tu piel
Las quemaduras solares y sus síntomas no solo son desagradables, sino también peligrosas. Aunque la mayoría sabemos que quemarse
con el sol aumenta el riesgo de cáncer de piel y debe evitarse, los accidentes ocurren. A veces, el daño resultante trae efectos secundarios difíciles de manejar.
¿Por qué nuestra piel reacciona como lo hace ante una quemadura solar y qué podemos hacer al respecto?
Una
quemadura solar
es un tipo de quemadura causada principalmente por la radiación ultravioleta B del sol. Se origina cuando las defensas del cuerpo son superadas por una exposición excesiva a esta luz ultravioleta, resultando en una reacción tóxica.
La
gravedad de una quemadura solar
depende del tipo de piel (las personas con piel más clara tienen mayor riesgo) y de la cantidad de exposición a los rayos UV.
Las
quemaduras solares de primer grado pueden ser rojas y dolorosas al tacto, afectando solo la epidermis, la capa más externa de la piel. Estas quemaduras suelen sanar en unos pocos días.
Una
quemadura solar de segundo grado es más grave. Suelen manifestarse con un color rojo intenso, con hinchazón y formación de ampollas. Esto indica que la dermis y las terminaciones nerviosas están dañadas. Este tipo de quemadura tarda más en sanar y es más dolorosa.
Ambos tipos de quemaduras pueden empezar a pelarse (generalmente alrededor de tres días después).
¿Qué puedes hacer para combatir esto?
Cuando la piel comienza a pelarse, es una señal de que el cuerpo está eliminando las células dañadas. Primero, deja de tomar el sol y hidrata la zona afectada. El aloe vera es muy eficaz. Alivia el dolor con duchas o baños fríos y usa ibuprofeno o aspirina si el dolor es persistente. Evita las cremas a base de petróleo u otros aceites, ya que pueden atrapar el calor y empeorar la quemadura. No olvides beber agua extra para prevenir la deshidratación.
Durante el proceso de pelado, continúa humectando la piel para ayudar a que sane más rápido. Protege y cubre la piel pelada mientras sana.
Qué no hacer
Puede ser tentador exfoliar una quemadura para eliminar la piel muerta, pero realmente empeora la piel. No te quites la piel descamada; deja que se desprenda por sí sola. La descamación generalmente se detiene cuando la quemadura se ha curado, alrededor de siete días para quemaduras leves a moderadas.
Prevenir que vuelva a quemarse
Finalmente, es crucial practicar una protección solar eficaz mientras se cura una quemadura. Después de una quemadura solar, la piel es más sensible al daño adicional de los rayos UV. Usa ropa protectora que cubra tu piel cuando estés al aire libre, busca la sombra y evita las horas pico de sol (10 a.m. a 4 p.m.) para prevenir más daño solar mientras tu piel sana.
Con el cuidado adecuado y evitando la exposición adicional al sol, una quemadura leve a moderada debería curarse en unos siete días.
El sol puede causar efectos devastadores en nuestra piel y en nuestra salud
La mejor manera de evitar todo este problema es evitar las quemaduras solares.
La exposición a la luz ultravioleta es el factor de riesgo más prevenible para las quemaduras solares y todos los cánceres de piel.
Protegerte de estos rayos nocivos es tan fácil como cubrirte la piel o usar siempre un protector solar de amplio espectro con un SPF 30 o superior,