El regreso a la rutina tras las vacaciones puede ser una transición difícil para muchas personas. Durante el verano, los horarios y hábitos saludables suelen verse alterados, lo que puede resultar en un aumento de peso y un desajuste en la vida diaria. Los españoles aumentan en promedio 4 kilos durante el verano, debido a un incremento de 1.500 kilocalorías en la ingesta diaria. Además, el síndrome postvacacional afecta al 65% de los adultos y puede tardar hasta dos semanas en superarse.
Sigue estos sencillos consejos prácticos para facilitar el regreso a la rutina, mejorar el bienestar físico y emocional, y afrontar el síndrome postvacacional de manera positiva
Planificar y recuperar los horarios
El verano desajusta los horarios de sueño y alimentación. Para volver a la normalidad:
Mantener una actitud positiva
El final de las vacaciones puede afectar el estado de ánimo. Estos trucos ayudan a mejorar la actitud:
Dormir las horas necesarias
Restablecer una buena rutina de sueño es crucial. Acuéstate y levántate a la misma hora cada día, incluso los fines de semana. Crea un entorno tranquilo en tu dormitorio y evita la exposición a pantallas antes de dormir.
Volver al ejercicio
El ejercicio es fundamental tras los excesos del verano. Empieza de manera gradual y establece metas realistas, combinando ejercicios de fuerza, cardio y flexibilidad.
Recuperar una alimentación equilibrada
Planificar las comidas es esencial para retomar hábitos saludables:
Cuidar la piel y el cabello
El verano suele dejar la piel y el cabello dañados. Hidrátalos con cremas y mascarillas, y no olvides continuar usando protección solar durante todo el año.
Planificar el ocio y marcarse nuevas metas
Programar actividades recreativas y marcarse metas alcanzables es clave para mantener la motivación. Establece objetivos claros y proponte conseguirlos en pasos manejables.